En un mundo tan hiperconectado como el que vivimos, cada vez tenemos menos tregua para centrarnos en nosotros mismos. Sin embargo, un año más, la lista de propósitos de año nuevo sigue basándose en lo mismo: buscar la felicidad en cosas externas. «Ir más al gimnasio», «empezar la dieta», «hacer la lista de cosas que no hice durante el pasado año» y una serie de cosas que sólo suman a esa sensación de ahogo y ‘no llego’ constantes. Es posible que gran parte de esta sensación sea por culpa del trabajo, pero por el otro lado hay una serie de conductas y hábitos implícitos en tu día a día que te roban una gran cantidad de energía que podrías estar inviertiendo en treat yourself like a Queen.
¿Por qué entonces no te planteas un objetivo diferente este 2018? No hace falta ser un yogui ni el Dalai Lama para que te propongas esto, así que olvídate de los maso-propósitos y estudia bien este top 10 para dejar de gastar tu energía en cosas inútiles. Verás como cuando pase el año y mires atrás, lo único que digas sea #nevercomingback.
1. Deja de intentar convencer.
Ya sea tu opinión, tus gustos o qué partido político crees que arreglaría el mundo, deja de intentar convencer a tu madre o tus amigos para que piensen lo mismo que tú. El gasto de energía que esto supone es terrible, y la mayoría de veces es inútil porque no logras convencerles, acabais discutiendo y te llevas el consecuente sentimiento de frustración. Cada uno es diferente y tiene gustos y opiniones diferentes, alégrate de los tuyos y lo que piense el resto es problema suyo. De verdad, enfadarse no vale para nada y es agotador.
2. Bye toxic people.
Tanto si es tu nueva compañera de curro que despotrica hasta de la papelera como si es tu amiga de toda la vida que sigue quejándose constantemente sobre lo desgraciado que es este mundo, corta con la gente que ya no te aporte. No hace falta que les dejes de hablar ni generar un conflicto, simplemente sé consciente de cuántas personas tóxicas tienes en tu círculo e interioriza que ya no forman parte de tu vida. Si te cuesta identificarlos, los que más cantan son: Envidiosos, gente que critica absolutamente todo, aquella que cuando vas a contarle algo siempre te saca el lado negativo, los mártires, el que sólo aparece para pedirte ayuda y en definitiva, la gente que no te aporta. Son completos ladrones de energía, y mucho cuidado con ellos porque no te darás cuenta y te habrán dejado sin alma cual sanguijuela.
3. Decide en qué vas a gastar tu energía.
¿Qué sentido tiene hablar de feminismo con un cuñao? Ninguno. Pérdida de tiempo y energía absolutos. Pues esto, aplícalo al resto de aspectos. Tú mismo sabes con quién puedes hablar de política y con quién no (que no quién te da la razón en todo), quién entiende tus pajas mentales y quién se pone tenso cuando empiezas a hablar de emociones. Cada persona de nuestra vida nos aporta algo diferente, y lo de “amigos por y para todo” es otro invento de Hollywood poco realista. De la misma manera, no te esfuerces en mantener conversaciones banales con gente que realmente no te interesa. En serio, no.
4. Deja de justificar quién eres y lo que haces…
¿Qué más da lo que piense el resto de tí si tú ya sabes lo que eres y lo que no? STOP a demostrar constantemente ‘quién eres’, de dar mil explicaciones por cada cosa que dices, de intentar ser políticamente correcto todo-el-fuckin-rato y de preocuparte tanto por lo que los demás piensen de tí. A no ser que estés realmente expuesto a la opinión pública, es una pérdida de tiempo innecesaria que te dejará vacío. Deja de gastar energía en la imagen que quieres dar al mundo y concéntrate en mejorar la persona que realmente eres.
5. …y de hacer broadcast de todo lo que te pasa.
Estar pendiente y sobre todo sentir la necesidad de brodcastear cada cosa que te pasa es literalmente draining. Ojo, una cosa es aprender a expresarse y saber pedir ayuda cuando uno está mal -lo cuál es súper importante-, y otra comentar constantemente todo lo que te pasa en el momento en el que te pasa, sean acontecimientos, pensamientos, la ropa que te has comprado o logros profesionales. Keep it lowkey sis, si realmente te va bien, tu propio éxito hablará por tí.
6. Let shit go.
Independientemente de que tengas razón o no, perdona y deja ir. No por ellos, sino por tí. Seguir dándole vueltas a la historia de siempre y lamerte tus propias heridas supone un gasto de energía completamente inútil; tanto si es un viejo amigo que te ha fallado, como si es tu ex o un antiguo cliente que no te ha tratado bien, cierra la herida para dejar paso a cosas nuevas. De la misma manera procura saldar tus deudas ASAP, tanto las que debes como las que te deben. Este 2018 no dejes ningún cabo sin atar ni arrastres cosas del pasado.
7. ¡Pon límites!
Estar pendiente de los demás y ayudar está bien, pero a veces llega un punto en el que tu día a día consiste en las preocupaciones y problemas de los demás y tu camino está condicionado por el exterior en lugar de ser tú quien decide por dónde ir. Si llega un punto en el que no puedes escuchar las ochenta notas de voz que te ha enviado tu mejor amiga, un “ahora no puedo” está más que libre de culpas. Seguro que conoces a más de uno o una que se pasa el día agobiado yendo de aquí para allá y ocupándose de mil cosas de todo cristo. Normalmente es un mecanismo de autodefensa para no enfrentar sus propios problemas, así que vigila esos hábitos.
8. Aprovecha los flujos de energía.
Seguro que sabes lo que se siente cuando tienes un chute de energía: ves tus ideas claras, estás 100% motivado y las cosas te salen de carretera. Aprovecha esos momentos para apuntar todas las ideas que se te vayan ocurriendo, escribir ese artículo que tenías en mente o planificar tu next move. De lo contrario, cuando no tengas inspiración, deja el tema para otro momento y ponte a hacer otra cosa. No te fuerces.
9. No anticipes. Vive aquí y ahora.
Anticipar sobre lo que pasará mañana o la semana que viene es un ladrón de energía muy común. No sólo nos hace perder tiempo y esfuerzo en algo que realmente no sabemos cómo pasará sino que puede afectar gravemente a nuestra salud derivando en problemas de ansiedad. Si estás acostumbrado a anticipar y cargarte con tareas o preocupaciones del futuro, seguramente te cueste más cambiar el chip, pero pon el piloto automático y re-educarás tu mente para vivir en el día a día y planificar lo justo y necesario. Si no sabes por donde empezar, las sesiones de mindfulness te irán genial para esto.
10. DIY
Cada uno es diferente y tiene sus propios ladrones de energía. Conciénciate sobre qué cosas innecesarias te desgastan, ¡y anótalo como parte final de este propósito de año nuevo!
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