La playa: esa gran mierda

Montañas de piel muerta se fríen como copos de fécula en una sartén llena de aceite hirviendo. El sol barcelonés desintegra barreras sebáceas, se merienda la película de crema solar y se ceba con la dermis de la muchedumbre. Si no llego al agua en menos de dos minutos, seré una corteza de cerdo carbonizada. ...