Cabronazi, tu dealer de memes

By lunes, septiembre 14, 2015 0 , Permalink

Si tienes conexión a Internet y vives en un país de habla hispana has recibido SEGURO algún meme o bromita bajo el sello Cabronazi. Y si eres un ‘heavy user’ de la procrastinación internauta, entonces tu timeline está plagado de posts con el avatar de un Hitler rosa y cornudo, y  sabes de sobra de lo que estoy hablando: Cabronazi.

Pero… ¿quién es Cabronazi?
Cabronazi es el Pablo Escobar del jiji-jaja. Más viral que la gripe, tiene una legión de cuñados que actúan desinteresadamente como camellos de menudeo de su merca humorística reenviando sus memes a los diferentes grupúsculos de Facebook, Twitter y, sobre todo, Whatsapp: chat del AMPA, chat de Pádel, chat Oficina, chat Manada de Lobos, chat Futbito… En pocas horas copa la red con sus movidas del ‘humoeur’. Mucho más rápido que los periódicos digitales, Cabronazi huele las trufas de la risa a kilómetros de distancia antes que nadie, y se adueña de ellas para distribuirlas entre el populacho a través de sus redes de fans. ¿Que Sergio Ramos envía una pelota a ‘Pokón’? Al minuto ya hay foto del defensa del Madrid y un arbitro de fútbol americano anunciando el touchdown. Es entonces cuando Cabronazi se apodera del alijo visual y lo distribuye bajo su sello en sus canales habituales, como un selector de vinilos (a.k.a. Dj) o como un sexador de pollos (este sí, este no)… Así es como en pocos minutos la coña se propaga y comenta en casi todas las oficinas y hogares de España y parte de Sudamérica. 

Cabronazi no es muy sibarita, su fuerte es la distribución al por mayor de mierdecitas en plan Deal Extreme (www.dx.com), pero con chistes en lugar de gadgets made in China. Va a meme por minuto, inundando de humor grueso la red (ya luego Facebook aplica el filtro del alcance orgánico, y ya luego los likes potencian solo los posts mas populares). El muy Cabronazi quiere instaurar un Reich del humor amplificando el chiste de cuñado –corto, raso, al pie y rabiosamente actual ejerciendo un monopolio en la distribución a base de llenar todas las redes sociales con el talento de otros, como un Zara del humor visual.

cabronazi
Además, el público de Cabronazi es completamente transversal. A diferencia de El Rubius, que es un fenómeno puramente generacional, las bromitas de Cabronazi las disfruta desde el prepúber hasta el abuelo fan de Esteso. Y por muy mainstream que sea el tema, hasta el más fan de Swans ha esbozado una sonrisa con alguna actualización del dictador del humor.

Pero… ¿¿quién coñ* es Cabronazi??

Detrás de ‘Cabronazi’ están tres chicos y dos chicas de Barcelona con edades comprendidas entre la veintena y la treintena, que empezaron en esto como quien no quiere la cosa, y ahora han creado un imperio virtual del cual aseguran que (todavía) no sacan tajada. Ofertas para colocar publicidad en sus posts no les faltan, pero de momento solo colocan anuncios en su web para poder amortizar los gastos del servidor que absorbe todo el tráfico. Los chicos quieren preservar su identidad, y bien que hacen (si no me equivoco solo El País ha conseguido entrevistarles) y, aunque ellos alegan que no quieren poner cara a un fenómeno colaborativo de esta índole, seguramente la principal razón es no tener que mediar con las sospechas de procrastinación en sus respectivas oficinas de sus trabajos serios que les dan de comer.

Aunque parezca un fenómeno puramente patrio, Cabronazi podría ser la versión cañí de Fatjewish (si, curiosamente, «judío gordo»), un instagramer norteamericano con seis millones de seguidores que, a base de apropiarse de contenido gracioso ajeno (de forma muy polémica, porque elimina las fuentes originales, a diferencia de Cabronazi) se ha convertido en toda una institución en EEUU, sumando nuevas facetas como la de modelo de tallas grandes o escritor de libros. Toda una celebrity en EEUU, en las antípodas de las ansias de anonimato del equipo Cabronazi.

Además de selectores de varietés digitales, los Cabronazis también tienen su corazoncito y, a parte de antitaurinos militantes, promueven iniciativas solidarias como #CabronaziSolidario, donde esponsorizan y dan altavoz a gente necesitada de recursos. Son el fenómeno de la temporada internauta, y si canalizan todo su potencial pueden crear un emporio superior al de algunos youtubers famosos… Vamos a ver cuanto tiempo duran en el ‘candelabro’, pero de momento… ¡Heil Cabronazi!

Aún no hay comentarios.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *