Contra el verano

Todo se va a la mierda con un diminutivo. Alguien empieza a hablar de cervecitas, tardecitas, terracitas y cenitas, y se libera una mancha de crudo que contamina lo que hasta entonces había sido un mar de orden y buenas maneras. Los diminutivos son el peor augurio posible: anuncian la llegada del verano, el albor ...