
La televisión nacional tiene un deporte favorito en el que siempre gana: machacar cerebros. Los aplasta, licua y convierte en plasma diarreico. Los hace caldo sin misericordia. Kiko Rivera sepultando civilizaciones enteras de ácaros bajo su elefantiásica gravedad en el sofá de 'Gran Hermano VIP'. Pedro Piqueras blandiendo en pleno informativo una máscara antigás y ...