Si tenemos en cuenta las fechas que se avecinan, me ha parecido oportuno recuperar un post que escribí hace tiempo, en el que hablaba de mi gusto por meter las zapatillas de running en la maleta cada vez que iba de vacaciones o cogía un avión por trabajo. Si estas, además, implican comidas copiosas y celebraciones en abundancia, el motivo es doble. Siempre que empaqueto mis cosas, lo primero que hago es meter todos los bártulos necesarios para correr. Además, desde mi punto de vista, es la forma perfecta de conocer una ciudad desde una perspectiva distinta. O de redescubrir la que te vio nacer si vuelves a casa en unas fechas tan señaladas- Sobre estas líneas me podéis ver en Ipanema -Rio de Janeiro- tras el running que hice en mi primer día de vacaciones. En Brasil lo combiné con ejercicios en máquinas especializadas situadas en la costa. Tras este viaje, me he dado cuenta que muchas playas cuentan con este tipo de aparatos, perfectos para ejercitar mientras uno no está en casa. La alternativa 10 cuando el jet lag ataca en el otro lado del Atlántico.
Sobre estas líneas, mis mallas sobre baldosas holandesas, listas para salir con la bici a conocer las calles de Amsterdam. A menudo las dos ruedas y el pedaleo son también una buena forma conocer la ciudad y hacer ejercicio al mismo tiempo. La bici es, además, mi forma de transporte favorita. Si bien es cierto que Holanda es el país clave, cada vez son más las ciudades que ofrecen servicio de alquiler de bicis, una buena opción para conocer nuevos destinos.
Hará cosa de seis meses me tocó ir a Cannes por motivos de trabajo. Cada día, sin excepción, al terminar mis obligaciones, me vestía con mi atuendo de deporte y salía a correr. Obviamente, la ruta cambiaba a diario para poder conocer distintas zonas. Si el running no es lo tuyo, recomiendo que hagas rutas a pie de mínimo una hora. Un ejercicio súper reconfortante.
Sobre estas líneas, mi primer día en Marbella en las pasadas vacaciones de Semana Santa. Combiné running con ejercicios en máquinas que habían en el paseo. Y, aquí abajo, mi ruta por Amberes en un viaje de trabajo (y también mucho placer) a tierras belgas.
Ahora, mientras me preparo la maleta para volver a mi ciudad de origen a pasar las Navidades, empiezo a maquinar qué rutas marcarán mis vacaciones. ¿Has pensado ya en las tuyas?
Dejar una respuesta